Qué aprendí de «La Psicología del Dinero»

The Psychology of Money de Morgan Housel

Cuánto riesgo estemos dispuestos a asumir, depende en gran parte de la historia personal de cada uno, la cual a su vez depende a su vez del tiempo y lugar de nacimiento. Hay características generacionales similares dependiendo de si la persona nació en una época de depresión económica o florecimiento. Y en todos los casos, cuando uno toma un riesgo o lleva a cabo una inversión, lo hace pensando que es lo correcto, lo adecuado en un momento dado. Y nunca en realidad tenemos toda la información necesaria, a loq ue hay que sumar las imperfecciones propias del hombre, que hacen que nunca podamos ser completamente objetivos al analizar una situación. A ello hay que sumar la falta de experiencia que tenemos en el tema, ya que hace cincuenta o cien años el común de la gente no invertía, no se hablaba de ello tan abiertamente como ahora.

Los resultados de nuestras inversiones no dependen solamente de nosotros, sino de un conjunto de factores externos que no podemos contraolar, entre los que está la suerte. Es un constante aprendizaje saber qué funciona y qué no cuando se trata de nuestro dinero.

Hay una delgada línea entre la audacia y la insensatez, y uno de los mayores problemas es aprender cuándo un acierto se debe a nuestra inteligencia o a la mera suerte. Pero hay algo que nos puede guiar o al menos ayudar a entender las cosas un poco mejor: elegir cuidadosamente a las personas a las que escuchamos, a las que admiramos y queremos emular, recordando siempre que hay una gran cuota de suerte. Recordarlo especialmente al momento de juzgar los resultados.

Cuando analizamos resultados, debiéramos detenernos menos en analizar individuos y más en estudiar patrones más genéricos. Los casos de gente a la que le fué extraordinariamente bien o mal, suelen ser casos excepcionales y no aplicables al común denominador de situaciones.

Bill Gates una vez dijo «El éxito es un mal maestro, ya que seduce a la gente inteligente a creérsela y pensar que no pueden perder». Riesgo y suerte son dos caras de la misma moneda.

Todo conlleva un riesgo, aún no hacer nada. El truco cuando manejamos nuestro dinero, es hacer que todo nuestro futuro no dependa de una sóla decisión. Lo importante es no salir del «juego del dinero», y si nos va mal, tener lo suficiente como para seguir «jugando» hasta que nos vaya bien. No hay razón para arriesgar lo que tienes por lo que no necesitas.

Es importante saber decir basta, saber entender que no es necesario ser codicioso, saber cuándo es suficiente. Es difícil no querer siempre más, lo que implica generalmente más riesgo. Mucha gente vive comparándose con otros, queriendo alcanzar lo que otros tienen, cuando en realidad se trata de una mera presión social que para algunos podría ser un subproducto no deseado del capitalismo.

Hay geneta para la cual lo suficiente nunca llega y hay que recordar que hay cosas que nunca debieran arriesgarse, sin importar la posibilidad de ganancia futura. la reputación, la libertad, la independencia, la familia, la felicidad. Nada de eso vale la pena arriesgar. Y ello depende siempre de saber cuándo suficiente es suficiente. Cuándo decir basta. Hasta dónde hacer llegar nuestro límite.

El poder de la paciencia

Hay una enorme cantidad de libros con estrategias sobre cómo hacer dinero al invertir, pero el más importante debiera llamarse «Cállese y Espere». La paciencia es lo que ha hecho millonarios a ciertos inversores famosos. La paciencia entendiendo la maravilla del interés compuesto.

Invertir bien no se trata de obtener enormes resultados, porque éstos suelen ocurrir en raras ocasiones y son difíciles de repetir. Invertir se trata de obtener resultados aceptables manteniendo una línea de conducta que se repite en el tiempo. Y allí es donde la magia del interés compuesto sucede. Con el correr de los años y la reinversión de los dividendos y las ganancias.

Podemos analizar al detallela estrategia de Warren Buffet para hacerse millonario, analizar las empresas elegidas y cómo tomó las decisiones, pero la único que importa, o lo que más importa, es el hecho que comenzó a invertir a los 10 años y no se salió del mercado nunca. Nunca se dejó llevar por las grandes caídas y vaivenes del mercado en ninguna de las 14 recesiones que le tocó vivir. Simplemente tuvo paciencia.

Survival mindset

Hay millones de formas de hacerse rico. Pero hay sólo una de mantenerse rico: una combinación de frugalidad y paranoia. Ganar dinero es una cosa, conservarlo en el tiempo y acrecentarlo es otra bien distinta. Si tuviéramos que definir ser exitoso con el dinero en una sóla palabra, podríamos decir que se trata de «supervivencia».

Ganar dinero y mantenerlo requiere capacidades y formas de manejarse con éste bien distintas: Ganar dinero requiere correr riesgos, ser optimista y salir a hacer las coas que hay que hacer. Pero mantener el dinero ganado requiere otras actitudes vitales: lo opuesto a correr riesgos, humildad, saber que lo ganado puese desaparecer de momento a otro, frugalidad, admitir que parte de lo obtenido se debe a la suerte y ésta puede acabarse en cualquier momento.

Se le preguntó al CEO de una gran empresa de seguros norteamericana que sobrevivió a todo cómo lo habían hecho, y éste respondió «El miedo a quebrar, a quedarnos sin negocio, la paranoia de pensar que todo puede acabar rápidamente y sin darnos cuenta». Estar preparados para el desastre y preverlo es parte de la estrategia. Y esto es un buen consejo no sólo respecto de las inversiones, sino en todo sentido.

Asumir que mañana no será como ayer, que no podés nunca descansar en los laureles, y jamás pensar que el éxito que acompañó hasta hoy va a seguir mañana. Cuál es tu plan B?

Aplicar este survival mindset, implica tener en cuenta tres cosas:

  1. Más que querer un gran rendimiento, debieras apuntar a ser financieramente sólido e indestructible. Ser conservador en forma tal que nos permita aguantar en el tiempo para mantener la magia del interés compuesto, para no tener que vender.
  2. Planear lo que haremos es importante, pero la parte más importante de cualquier plan, es planear qué pasa cuando las cosas no salen conforme lo planeado. Un plan sólo es útil si puede sobrevivir a la realidad. Y la realidad es que el futuro es una incógnita para todos. Hay que planear teniendo en cuenta eso. En otras palabras, tener un margen de error (margin of safety en palabras de Benjamin Graham) es lo más importante: muchos aplican este margen en el sentido de la frugalidad que se requiere para que cuando las cosas no vayan tan bien, poder sobrevivir sin vender activos. El margen de error es distinto a ser conservador: Ser conservador implica un cierto nivel de aversión al riesgo, el margen de error es aumentar las posibilidades de salir airoso en situaciones límite, aumentando de esta forma tu posibilidad de supervivencia.
  3. Es vitar tener una personalidad optimista hacia el futuro, pero a su vez paranoica sobre las cosas que pueden impedirte llegar a ese futuro. Una personalidad optimista pero paranoica es complicado de obtener, pero necesitás ser paranoico en el corto plazo para poder disfrutar el optimismo a largo plazo.

La verdadera riqueza

No parece intuitivo pensar que un inversor puede equivocarse la mitad de las veces y aún así hacer una fortuna. Si entendemos que hay muchas cosas que pueden ir mal, vamos a saber dimencionarlas en contexto y no sobreactuar ante éstas, no perder la cabeza. El poder de las «Long Tails» es importante, donde un pequeño número de eventos pueden generar las mayores riquezas. Warren Buffet dijo que de las 500 empresas que tuvo en su vida, hubo sólo 10 que fueron las que realmente le generaron las mayores riquezas.

Recordemos las palabras de Napoleón acerca de lo que constituye un genio militar: «El hombre que puede seguir con su normal actitud cuando todos a su alrededor pierden la cabeza«.

Tu éxito como inversor no dependerá de lo que hagas cuando todo va bien, sino de loq ue hagas cuando pinta terrorífico y todos a tu alrededor pierden la cabeza. George Soros una vez dijo «No es importante si estás o no equivocado, sino cuánto dinero ganas cuando estás en lo correcto y cuánto pierdes cuando te equivocas, puedes equivocarte la mitad de las veces y aún así hacer una fortuna«.

La verdadera riqueza es poder levantarse cada mañana y decir «puedo hacer lo que quiera hoy«. Si bien la felicidad depende de cada uno, en general se es feliz cuando se es libre de hacer con la propia vida lo que uno quiere, cuando uno quiere, con quien uno quiere, donde uno quiere, todo el tiempo que uno quiera. Esto sencillamente no tiene precio y vale más que cualquier cosa material. El valor intrínseco del dinero es la habilidad de darte el control sobre tu vida.

El trabajo de Rockefeller, no era cargar trenes, hacer excavaciones, o transportar productor, era tomar buenas decisiones. El producto que el producía no era lo que hacía con sus manos o sus palabras. Era lo que pensaba en su cabeza, sus ideas. Por eso pasaba sentado en silencio la mayor parte de su día. Sus empleados pasaban muchas menos horas trabajando, en comparación con él, ya que estaba todo el día pensando cosas en su cabeza.

Hoy en día la gente trabaja más y más con sus cabezas, con equipos que le permiten estar conectados todo el tiempo, y no hay un desenchufe real. Control sobre tu propio tiempo libre ha disminuído y por eso no debiera llamar la atención que los niveles de felicidad también.

Mucha gente quiere ser millonaria para ser respetada y admirada, pero el respeto y admiración no provienen de lo que se tiene. Humildad, empatía y amabilidad generan mucho más respeto que un auto último modelo. Riqueza es lo que no ves.

Mucha gente dice que quiere ser millonaria pero en realidad lo que quieren es «poder gastar un millón de dólares en cosas», y esto es lo opuesto a ser un verdadero millonario. La definición de riqueza implica justamente no gastar el dinero que se tiene. Mantenerlo. Ser rico implica la restricción voluntaria de gastar nuestro dinero. El mundo está lleno de gente que luce modesta que en realidad tienen mucho dinero, y gente que despilfarra cuando en realidad tienen deudas más que otra cosa.

Generar riqueza tiene poco que ver con tu nivel de ingresos o inversiones, y más que ver con tu capacidad de ahorro. Puedes aumentar tu dinero disponible sin necesidad de aumentar tus ingresos… solamente reduciendo tus gastos, recordanos que el valor de la riqueza siempre está en relación con nuestras necesidades.

El dinero tien más que ver con nuestra propia psicología que con el nivel de inversiones: Es rico quien nada necesita. Nuestra sociedad de consumo nos bombardea todo el tiempo con «necesidades» que no son tales. Todos podemos ver las cosas que el dinero puede comprar, pero lo importante es lo inmaterial, lo que no se ve. Cuánto vale la posibilidad de cambiar de carrera? De retirarse ante sde tiempo? De no temer por no poder alimentar a nuestra familia? Quien no tiene dinero tiene que aguantarse lo que sea, y no puede elegir.

Por qué debiera contratar tus servicios?

Hoy en día, donde el mundo está interconectado y se pueden hacer cada vez más trabajo desde tu casa, compites no sólo contra tus vecinos o la gente de tu país, sino contra el mundo entero. Cómo te destacas en relación al resto?

La inteligencia en un mundo hiperconectado es menos importante que la flexibilidad. las llamadas «soft skills» que no pueden ser emuladas por un software, como comunicación, empatía y, como decíamos, flexibilidad.

Es por eso que poder controlar nuestro tiempo es controlar nuestras opciones, poder elegir nuestro destino. Poder tomarnos las cosas con calma y a nuestro propio ritmo.

Aprende de la historia pero que no sea tu mapa

Recordemos que cosas que no han pasado nunca pasan todo el tiempo por primera vez. Debemos reconocer que no tenemos idea de lo que el futuro nos depara, y es por eso que nunca debiéramos actual en función de las previsiones económicas de nadie, si bien es útil conocer la historia, ya que como se ha dicho: La historia nunca se repite, pero rima. La historia, sin embargo, de ninguna manera es un mapa hacia el futuro, sino, antes bien, una genérica guía de lo que suele o no funcionar en la mayoría de casos, nada más.

Debes entender que el futuro generalmente no luce como el pasado, y es por eso que la historia, inclusive el haber ya vivido personalmente ciertas situaciones, no garantiza el resultado hacia futuro, máxime teniendo en cuenta que el mundo de hoy dista mucho del mucndo de hace diez, veinte ó treinta años. Y cuanto más atrás en el tiempo, más diferente es.

Debemos recordar que siempre tenemos que poder lidiar con un futuro incierto, y siempre hay que poder reaccionar al peor escenaro posible. Hay una gran brecha entre lo que creemos que va a pasar y lo que realmente pasará, y cualquier resultado debe permitirnos mantenernos dentro del «juego». Es por eso que hay que pensar en «probabilidades» ya que no contamos con certezas y no podemos hacer análisis precisos.

Benjamin Graham decía que no debemos ver el mundo como blano o negro, sino en una escala gris de riesgos aceptables y probabilidades. Microsoft todavía era muy joven cuando Bill Gates se propuso tener un colchón líquido que le permitiera mantener la empresa en términos normales durante al menos un año aunque no entrar un peso. Warren Buffet una vez le dijo a sus inversores que «no cambiaría una sóla noche de descanso por ganancias extra», lo que hizo que siempre tuviera suficiente efectivo líquido.

Una manera de protegernos del desastre es evitando el «single point of failure». Una regla general de la vida es que todo lo que pueda romperse va a romperse en algún momento, más tarde o más temprano. Por lo que si muchas cosas importantes dependen de que una determinada cosa funcione, y esa cosa deja de funcionar, estás en problemas, eso es justamente el punto individual de fallo o «single point of failure». Y hay que evitarlo.

Recuerda que lo más importante de tu plan, es planear para las cosas que no saldrán según tus pronósticos. Es por eso que debiéramos pensar que nada es eterno. hay mucha gente que es infeliz porque se mantiene en una carrera que eligió a los 18 años y ya no le gusta. Debemos aceptar que una de las cosas que puede cambiar son nuestros propios deseos y anhelos. El tiempo es lo único que no puede reponerse.

A quién escuchás?

Algo que debemos tener siempre en cuenta es nuestra meta en relación a quiénes somos y dónde etsamos parados en el tiempo. Una acción de Google es barata y conviene comprarla? Depende! Tienes un horizonte de inversión de 30 años porque eres muy joven? Tu horizonte es de sólo 5 años porque estás por jubilarte? Eres un «day trader» que sólo se interesa qpor pequeñas variaciones diarias del precio sin importar de qué empresa hablemos?

Las burbujas se forman cuando el momentum que generan los retornos de inversión de corto plazo atraen tanto dinero que empiezan a atraer más dinero y la mayoría de inversores comienzan a pensar en el corto plazo en lugar del largo plazo. Se genera un círculo vicioso, ya que los «day traders» empujan los precios hacia arriba y atraen a más y más gente. En general este tipo de gente más que inversores son meros especuladores, y el «juego» que ellos juegan es completamente distinto al del inversor a largo plazo. Debemos entender nuestro propio horizonta de inversión, y no ser persuadidos por las acciones de aquellos que juegan un juego diferente al nuestro, con distintos objetivos.

Una vez que entiendes que tu horizonta es de 30 años, no tiene sentido ponerse nervioso por los altibajos de corto plazo. Tampoco tiene sentido reaccionar ante el comportamiento del mercado durante este año, o el que viene, o el otro.

Otra cosa a tener en cuenta es que los sentimientos negativos suelen superar a los positivos en la conciencia general. John Stuart Mill dijo en 1840 «Resulta curioso que no sera el hombre que es optimista cuando todos desesperan, sino el pesimista cuando todos están esperanzados el que genera más admiración«.

Hay una regla de oro en economía: Los escenarios extremadamente buenos y extremadamente malos nunca duran mucho en el tiempo. El progreso suele pasar lentamente y no se nota tanto como las caídas. El interés compuesto requiere tiempo y paciencia, y las caídas suelen ser abruptas en algún momento, lo que genera pérdida de confianza en todo el sistema. A ello se suman nuestras propias expectativas. Muchas cosas en la vida las vemos como ciertas porque queremos que sean ciertas, y estamos dispuestos a creerlo. Es difícil apartarse de nuestras expectativas y pesar objetivamente.

Siempre tenemos que planear para el peor escenario posible. Cuanto más necesitemos un resultado específico, más estaremos dispuestos a creer que nuestra estrategia es correcta. Hay que recordar que todos tenemos una visión sesgada del mundo y rrelenamos las incógnitas con nuestros preconceptos.

No sé lo que no śe. Y cuando me encuentro con algo que no entiendo trato de darle una explicación según mi propia cosmovisión sesgada e incompleta del mundo. Debemos recordar en todo momento lo mucho que desconocemos del mundo, su funcionamiento y que la gran mayoría está fuera de nuestro control. No hay un sólo inversor que realmente cear que es las predicciones hechas por economistas son absolutas, pero todos los escuchan, por qué? Porque necesitamos previsibilidad, necesitamos entender el mundo…. satisfacer esa necesidad de explicación.

Palabras Finales

Si quieres ser un mejor inversor, lo más importante que puedes hacer es estirar tu horizonte temporal. Maneja tu dinero en forma tal que puedas dormir por las noches. Mira tu portfolio como una cosa global. Siempre habrá activos que estén a la baja, lo importante es el resultado global.

Y ahorra, siempre ahorra. No necesitas una razón para ahorrar. Tan sólo hazlo.

Recordá que todo tiene un precio. Para obtener algo necesitás resignar otra cosa. Siempre. Cuanto más extremas sean tus decisiones más las lamentarás. Recuerda que la paciencia es lo que hace mágico al interés compuesto. Como dijo Carlie Munger «La primera regla del interés compuesto es no detenerlo innecesariamente«.

Para obtener independencia financiera es cuestión de vivir por debajo de nuestros ingresos y ahorrar pensando en lo peor.

Es muy difícil ganarle al mercado, las mejores inversiones a largo plazo generalmente involucran index funds.

Hay poca correlación entre el esfuerzo y los resultados en las inversiones, y no importa qué tan duro lo hayas intentado: La única forma de generar buenos resultados en tus inversiones es mantenerte invertido en el largo plazo para no perderte esos pocos momentos inesperados que son los que mueven la aguja.

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